El interés específico de las nuevas fuerzas soberanas –a los que podríamos considerar una suerte de vencedores– radica en la desacreditación y desactivación de las memorias alternativas que desconfían o ponen en duda la validez de la memoria oficial y luchan, al mismo tiempo, por obtener un relato de mayor verosimilitud sobre el pasado.

En ese intento de mostrar una verdad única –como es el caso del proceso de la Transición en el Estado español–, la versión oficial manifiesta también una intención de ocultar. El poder promueve un tipo de memoria histórica sobre el tiempo pasado que dificulta y obstaculiza formas alternativas de interpretación, con una voluntad explícita de construir lo que el artista llama políticas de olvido.

A pesar de la voluntad del Estado por aparentar sosiego y orden durante los años de la Transición, la actividad violenta y represiva de los resquicios franquistas en las instituciones armadas persiguió de una manera eficaz la neutralización de aquellos sectores sociales y políticos que defendían un proceso de ruptura con el Régimen dictatorial.

En su pieza En ese claroscuro, Alán Carrasco nos invita a repensar y cuestionar el relato hegemónico, mostrando en una contundente instalación lineal los días de la Transición que han sido invisibilizados: todas y cada una de las jornadas en las que hubo violencia mortal patrocinada o promovida por el propio Estado.

© Rafael Lafuente. Sala Amós Salvador / Cultura Rioja

Visto en
Lo que nos queda por hablar
Museo de la Memoria y los Derechos Humanos
2023
Santiago, CL
¿A quién pertenece la Historia?
CAB Museo de Arte Contemporáneo de Burgos
2022
Burgos, ES
Estado de sitio
Sala Amós Salvador
2021
Logroño, ES