Entre 1968 y 1970, mientras se gestaba el Autunno caldo, las familias se reunían en torno al televisor para ver la comedia de la RAI La Famiglia Benvenuti. Producida en dos temporadas –la primera de ellas en blanco y negro y la segunda en color experimental–, y a lo largo de 13 capítulos, la serie cosechó un gran éxito de público, a través de una narración sencilla de la vida cotidiana de una familia que encarnaba el prototipo de clase media alta en Italia. 

Uno de los personajes más queridos, Andrea Benvenuti –el niño pequeño de 9 años de la familia Benvenuti–, fue interpretado por el actor Giuseppe Valerio Fioravanti. Nueve años después del rol que le convirtió en el niño simpático, guapo y bueno, el niño modélico italiano, encarnaría en la vida real la dirección de la organización neofascista Nuclei Armati Rivoluzionari (NAR).

Responsable de un total de 95 asesinatos (incluidos los de la Estación de Bolonia, extremo que siempre ha negado), pasaría 26 años de cárcel hasta su libertad condicional en 2009.

La pieza Simpatico, carino, buono [Simpático, guapo, bueno] reproduce a modo de soliloquio (claramente incomprensible y sin ningún orden textual más allá del cronológico) todos los diálogos del personaje interpretado por “Giusva” Fioravanti a lo largo de las dos temporadas de La Famiglia Benvenuti sugiriendo, a través de esas frases inconexas, la ruptura entre el plano de la ficción y el de la realidad. 

© Cortesía de ADN Galeria – Fotografía de Roberto Ruiz

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