Geschichtsaufarbeitung
—

Una vez concluida la Guerra civil española, los vencedores refinaron sus maneras de humillación y castigo contra los presos republicanos y antifascistas. Una de las estrategias más violentas y menos documentadas fue la de la utilización de los presos como mano de obra esclava. A lo largo de los primeros años de la posguerra –bajo la excusa de la necesidad de reconstruir el país–, el Estado gestionó la utilización de hasta 400.000 prisioneros políticos por parte de una larga lista de empresas públicas y privadas, e incluso de órdenes religiosas. 

Muchas de estas empresas aún existen hoy en día, y algunas de ellas forman parte de complejas estructuras multinacionales e incluso cotizan en bolsa. Pero su éxito empresarial oculta una deuda con el pasado que no han saldado. La mayoría alzó su fortuna en el periodo referido mediante el uso de prisioneros como mano de obra gratuita, gestionados por el órgano que se creó a tal fin en la primavera de 1937: el Patronato Nacional de Redención de Penas por el Trabajo (PNRPT), nacido, de acuerdo al ministro de Justicia Esteban Bilbao Eguía, para “liberarles [a los presos] de su miseria moral limpiándoles de la propaganda satánica que les había embrutecido” [sic]. 

La propuesta Geschichtsaufarbeitung consiste en el envío de una carta al gerente general o presidente de cada una de estas empresas que aún hoy operan, en la que el artista Alán Carrasco solicita explicaciones sobre el pasado de la compañía, y en la que insta a las mismas a que participen en un proceso similar al que sucedió en Alemania con algunas de las grandes empresas que se lucraron con mano de obra esclava. No fueron juzgadas, pero casi sesenta años después de terminar la II Guerra Mundial llegaron a un acuerdo judicial con las víctimas supervivientes y participaron en su indemnización. 

En el caso del Estado español estamos hablando de empresas tan relevantes como Renfe, MZA, Duro Felguera, Huarte, San Román o Ybarra, entre otras. Cada carta se exhibe junto con el acuse de recibo, prueba de la recepción de la misma.