En otoño de 1966, la prestigiosa agencia publicitaria McCann Erickson recibió el encargo de desarrollar la nueva campaña de la Deutsche Bundesbahn, la empresa estatal de ferrocarriles de Alemania occidental. Debían lanzar un mensaje concreto y directo: el tren como forma de transporte público, eficiente y puntual, independientemente de la climatología o cualquier otro factor externo. 

Así, construyeron la famosa serie de piezas gráficas de publicidad en las que aparece una locomotora eléctrica Baureihe E10 de la Deutsche Bundesbahn atravesando una tormenta de nieve, acompañada del texto que da título a esta pieza: Alle reden vom Wetter. Wir nicht. [Todo el mundo habla del tiempo. Nosotros no.]

A principios de 1968, los artistas Jürgen Holtfreter y Ulrich Bernhardt, estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Stuttgart, lanzarían su propia versión del póster, ahora con el rostro de los tres totes del marxismo (Karl Marx, Friedrich Engels y Vladímir I. Uliánov “Lenin”), y firmado por la Federación Socialista Alemana de Estudiantes​. Con el fin de recaudar dinero para los gastos judiciales de los estudiantes encausados durante las protestas estudiantiles de la época (las acciones judiciales serían especialmente represivas tras la aprobación de las Leyes de Emergencia del año 1968, conocidas en alemán como “Notstandsgesetze”), la edición de su célebre póster entraría en reimpresión sucesivamente a lo largo de las movilizaciones de la izquierda extraparlamentaria durante todo 1968 y 1969, convirtiéndose en un auténtico emblema generacional. 

Finalmente la Federación estudiantil se desintegraría en 1970, y algunos de sus miembros, (tal y como ocurriría más tarde con algunos miembros del Sozialistisches Patientenkollektiv) se integrarían en la RAF. Una de sus miembros más relevantes fue Ulrike Meinhof, periodista y militante pacifista, que terminaría participando en la liberación de Andreas Baader e integrándose en la propia organización guerrillera, convirtiéndose en su líder ideológica. Más tarde, como es sabido, moriría suicidándose en la prisión de Stammheim, en Stuttgart, según la versión oficial.

En esta pieza –en la que Carrasco plantea un marco temporal que va desde la campaña gráfica del SDS hasta la ejecución extraoficial de los militantes de la RAF en Stammheim–, se ha reproducido un cartel original de Jürgen Holtfreter y Ulrich Bernhardt, respetando todo el deterioro que ha sufrido a lo largo de los últimos 54 años. Sobre él, el grabado realizado en el metacrilato recoge la relación de temperaturas máximas y mínimas en grados celsius de todo el tiempo que duró el proceso judicial contra Andreas Baader, Ulrike Meinhof, Gudrun Ensslin y Jan-Carl Raspe, los líderes de la primera generación de la RAF.  

Durante los 708 días que duró el juicio (del 21 de mayo de 1975 al 28 de abril de 1977), los prisioneros se encontraban en régimen de aislamiento total, por lo que solamente veían el exterior a través de las particulares ventanas del edificio, permaneciendo en su interior en todo momento. Incluso la propia sala del enjuiciamiento se construyó en el interior de la prisión para evitar cualquier fuga o contacto externo, por lo que la pieza plantea la paradoja del tiempo meteorológico –al que alude el propio póster de 1968– como un elemento totalmente ajeno a los prisioneros.


© Cortesía ADN Galeria – Fotografías de Roberto Ruiz

Visto en
Todo el mundo habla del tiempo. Nosotros no
ADN Galeria
2022
Barcelona, ES