País lejano
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Proyecto realizado en colaboración con Irene de Andrés
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El 1º de mayo de 1937 el Círculo Republicano Español de Montevideo (Uruguay) envió un contingente de 3.000 kg de carne salmuerizada enlatada como ayuda al frente republicano en el contexto de la Guerra Civil española. El corned beef se trata de un producto alimenticio muy económico, habitual en los hogares humildes uruguayos (y también en los británicos), pero totalmente desconocido en aquel momento para los españoles. 85 años después, un grupo de arqueólogos abrieron una cata en el antiguo campo de concentración de Jadraque, en la provincia de Guadalajara, encontrando, entre otros elementos, restos de algunas de estas latas que viajaron desde Río Negro hasta España.

Con la pieza País lejano, Irene de Andrés y Alán Carrasco reconstruyen un episodio histórico acontecido en los años más turbulentos del siglo XX, que conecta España y Uruguay a través de la solidaridad. Las dos latas que conforman el díptico reconstruyen las 5.200 millas náuticas que separan ambas regiones y los 85 años que separan nuestra historia compartida, entendiendo el propio océano que separa ambas naciones como un no espacio que funcionó como barrera y como elemento conector al mismo tiempo, reforzando la idea última detrás de esta obra: la de la ruta atlántica como un camino bidireccional.

Así, el díptico País lejano plantea una elipsis temporal que, a partir de un material arqueológico mínimo –y habitualmente catalogado como “material de descarte” en las propias excavaciones arqueológicas–, ayuda a comprender la complejidad del cruce de caminos que supuso la propia Guerra Civil: los tres vapores de la Société Générale de Transports Maritimes de Marsella (Francia) que sirvieron para transportar la carne enlatada fueron los mismos que transportaron a los voluntarios uruguayos que integraron las Brigadas Internacionales, pero también al propio exilio español que, finalmente, tras la caída de la República, fue acogido en América.